2 de noviembre de 2013

Rechazo a la evaluación del GCBA en 7º grado

A la comunidad educativa:

   Los docentes rechazamos la evaluación que el Gobierno de la Ciudad pretende tomar en los 7º grados porque se basa en una lógica anacrónica de premios y castigos, obsoleta y contradictoria con los lineamientos pedagógicos de nuestra escuela pública; porque es una evaluación estandarizada y esto quiere decir que no tiene en cuenta el punto de partida, la realidad, la heterogeneidad y los conocimientos particulares de los niños de nuestras escuelas; porque directivos y docentes fuimos excluidos de esta instancia y reemplazados por personas sin título docente que no conocen a los alumnos ni a la escuela; porque reduce toda la enseñanza y el aprendizaje de la escolaridad primaria a una serie de preguntas y actividades que de ninguna manera pueden dar cuenta de lo que los niños han aprendido en siete años; instala una nueva y perniciosa cultura que orienta la enseñanza hacia un fin utilitario (responder una prueba); y considera a la evaluación como un fin en sí mismo cuando esta es parte de un largo proceso de aprendizaje y enseñanza.
   Queremos señalar también que esta evaluación no contempla una devolución para nuestros niños considerándolos individuos que sólo pueden completar formularios y no sujetos que producen conocimiento. Asimismo denunciamos la intención de utilizar esta prueba para generar ránkings de escuelas, en donde se discriminarán escuelas de 1ra y de 2da. Su carácter censal permite que se pueda elaborar un listado a fin de hacer un uso discrecional de recursos y castigar a los que no tienen buenos resultados, acentuando las desigualdades ya existentes en el sistema educativo que no son en ninguna medida responsabilidad de su comunidad educativa, sino el producto de medidas que han abandonado sistemáticamente al sistema público de educación. Esta gestión de gobierno en los últimos años acentuó los recortes presupuestarios en infraestructura y asociaciones cooperadoras, cerró grados en toda la ciudad en vez de abrirlos y construir escuelas allí donde la población más las necesita, financió de manera creciente y millonaria a la educación privada a costa de nuestro presupuesto, es decir, son y han sido los primeros en perjudicar a la escuela pública. La evaluación es una continuidad de estas medidas: no resuelve los problemas más graves, sino que los incrementa y profundiza, institucionalizando las carencias y naturalizando la desigualdad.

   Por todo esto invitamos a todos los docentes, directivos y familias de nuestros distritos a no colaborar con esta evaluación, a rechazarla en cada escuela y difundir este rechazo.

 Maestros de los Distritos 13 y 20 

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